Meiga is the name given in Galicia to witches or sorceress whose mission is “megar”, do evil to people and animals, establishing a pact with the devil in evening meetings or covens, such as Goya painted, that could be a meeting of witches at the time of invoking Satan, we see symbolized as a scapegoat.
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Meiga es el nombre que se da en Galicia a la bruja o a la hechicera cuyo cometido es megar, hacer el mal a personas y animales, estableciendo un pacto con el diablo en reuniones nocturnas o aquelarres, como el que pintó Goya, que podría ser una reunión de brujas en el momento de invocar a Satanás, al que vemos simbolizado como un macho cabrío.
The meiga is bad, harmful, entitled to dominate people offend, take away health, make sick a neighbor or animal, destroy the crops and fishing, they envy, or throw the bad luck at home.
Don’t confuse meiga with the bruxa (witch) who does the good and is able to undo the evil spells and evil witches eye. When the bruxa is required to undo the envy, she operates in a symbolic way of restoring order, health, life.
To protect yourself from meigas gestures with hands are usually made. Pointing to the meiga with only the index and little fingers, representing the hand in that position two horns or a horseshoe, while pronounce the word “pras bruxas, cornos” (for witches, horns). Another version of the gesture is called “figa or higa“. It’s a closed hand showing thumb between index and middle fingers, indicating contempt and protection from impending evil. It is an amulet to ward off the evil eye, also used against envy and jealousy as protective against disease. Mothers use to put the Higa amulet beside newborns.
Marta and Javi came from galician lands to stay in the apartment of Playa del Inglés. And not only they were a lovely couple, but they left this beautiful charm from Sargadelos (love their pieces) to protect me from witches, envy and jealousy. Because we all know that witches do not exist … but there are there for sure . 🙂
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La meiga es mala, dañosa, con potestad para dominar a personas, ofenden, quitan la salud, enferman a un vecino o a un animal, destruyen el fruto y la pesca, envidian, o echan la mala suerte en casa.
La meiga no debe confundirse con la bruxa que hace el bien y es capaz de deshacer los conjuros maléficos y el mal de ojo de las meigas. Cuando la bruja es requerida para deshacer la envidia opera de un modo simbólico del restablecimiento del orden, de la salud, de la vida.
Para protegerse de las meigas suelen hacerse gestos con la manos, apuntando a la meiga solo con el índice y el meñique, representando con la mano en esa posición dos cuernos o una herradura, al tiempo que se pronuncia la expresión “pras bruxas, cornos”. Otra versión del gesto manual es la que llaman “a figa o higa”. Su forma es la de una mano cerrada, mostrando el pulgar entre los dedos índice y corazón, indicando desprecio y protección ante el mal inminente. Es un amuleto para ahuyentar el mal de ojo, también se utiliza contra la envidia y los celos y como proteción contra las enfermedades. Antiguamente las madres acostumbraban poner la Higa (realizada en azabache) al lado de los recién nacidos.
Marta y Javi vinieron de tierras galegas para alojarse en el apartamento de Playa del Inglés. Y y no sólo fueron una pareja encantadora, sino que me han dejado este precioso amuleto de Sargadelos (me encantan sus piezas) para protegerme de las meigas, la envidia y los celos. Porque todos sabemos que las brujas no existen… pero haberlas, hailas. 🙂